Primero lo primero. Al llegar, tomen la altura con calma. Los niños generalmente no sufren mucho con esto pero los adultos sí! Mi recomendación es tomar el primer día para descansar y comer ligero (la digestión a esta altura es bastante lenta). Evitar que los niños corran o se agiten mucho es clave para que no les duela la cabeza, etc. Si están entre varias opciones para elegir donde quedarse, escojan la que esté más cerca del centro! Hay muchos lugares a los que pueden ir caminando. Aquí les dejo un par de ideas que pueden hacer toda una mañana caminando. Plan 1: Pueden empezar por ir a la Plaza y tomar la clásica foto de la Catedral y los portales, seguir por la Calle del Medio hacia la Plaza Regocijo y hacer una parada para tomar fotos y probar los helados artesanales de Helarte (Calle Heladeros 164). Luego, a un par de cuadras está la Plaza San Francisco rodeada de árboles y protagonizada por una capilla imponente y uno de los colegios más emblemáticos de Cusco, el Colegio Nacional Ciencias. A un lado de esta plaza, está el Arco Santa Ana, al cruzarlo y caminar dos cuadras llegan a el Mercado San Pedro. Este es el mercado central de la ciudad, y tienes desde artesanías hasta jugos, almuerzos y el queso Andino que yo A M O ! Si tienen otra mañana libre, o quieren hacerlo por la tarde, pueden visitar San Blas! Empiecen por la Plaza de Armas y la Calle Triunfo. Esta calle está llena de bares y restaurantes y a una cuadrita te encuentras con la famosa piedra de los doce ángulos. Siguiendo por la misma calle, llegarán a La Plaza de San Blas, pequeña pero llena de energía bohemia y con callecitas súper angostas y perfectas para pasear. Si les da algo de hambre, tienen 2 SÚPER opciones. Pueden probar los crépes de La Boheme, tienen muchísimas opciones de dulces y salados en un local muy acogedor. Sino, pueden caminar un par de cuadras más (en subida) y llegar a Limbus Restobar (si, ya se que dice bar, pero pueden ir con niños de día y es perfecto!) aquí tienen jugos, café, piqueos, almuerzos y más con una de las mejores vistas de la ciudad. Además de estos planes de mediodía, hay rutas más largas que les recomiendo que hagan con un tour privado (chofer y guía solo para ustedes) para que puedan hacer todas las paradas necesarias y que vayan a su propio ritmo! Caye y yo hemos probado todas las rutas y son increíbles por las vistas y la historia de cada sitio. En la ciudad, pueden visitar la Catedral, el Coricancha y los sitios arqueológicos que están a 20 minutos como Sacsayhuaman, Qenqo, Tambomachay y el Cristo Blanco. En el Valle Sagrado, están Chinchero, Maras, Moray, Pisac y Ollantaytambo. Además, hay otros points como un zoológico donde pueden ver a los cóndores volar cerquita de ustedes, y un centro de camélidos donde pueden alimentar a llamas y alpacas (Awanacancha)! Esto es súper para peques y grandes! Para comer también tienen mileees de opciones, aquí les paso mis favoritos:
Restaurantes -Kion: Este es un restaurante de comida china demasiado buena y pertenece a la cadena de Cusco Restaurants. -La Bodega 138: Pizzas artesanales y pastas en un ambiente chill y buena onda. -Plaza de Armas: En el segundo piso del Hotel con el mismo nombre, está este restaurante con una vista insuperable de la Plaza! La comida es realmente deli! Cafés -La Valeriana: Este café con estilo vintage tiene dos locales. Uno frente al Coricancha y otro a una cuadra de la Plaza de Armas. Todo súper rico! -Museo del Café: Luego de una demostración (gratuita) del proceso para obtener y hacer café super interesante, prueba una de las opciones de desayuno o lonche que tienen! En fin. He tratado de ser breve para que tengan varias opciones pero déjenme decirles que me quedo corta! Hay mucho que disfrutar por aquí y por supuesto, también separen un día para Machu Picchu! Si aún no han venido a Cusco, siempre es un buen momento para descubrir todo lo que hay, y si ya viniste, seguro ya te diste cuenta que es un destino al que vale la pena volver! Si tienen preguntas sobre los destinos o Cusco en general, dejenme un comentario!
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Hoy fue uno de esos días. Como cuando te levantas con el pie izquierdo y parece que no hay mucho que puedas hacer por cambiarlo. Me levanté cansada aunque dormí temprano, Cayetana estaba con un ojo rojo señal de que la conjuntivitis se nos viene encima y como duermo con ella es casi seguro que me contagie. No seguimos el plan del día y la pasamos en pijama viendo dibujos y vagando. Las dos andábamos con una actitud extraña y yo recontra off. Ella me entiende. Sabe cuando no estoy al 100%. El día se pondrá mejor pensé… Hice un flan con Cayetana como para endulzar la tarde. El flan está listo, ya está, todos de mejor humor. Respiro.
Después de una pelea que no entendí bien con mi mamá, la cosa empeoró. Caye empezó a llorar sin motivo como si fuera un exorcismo y – a pesar de mis tips para controlar berrinches – no pude hacer nada. Empezó a aparecer alguien a quien ya estaba dejando de lado. Estúpida depresión, ya déjame. Pero no. Se queda para abrumarme con los pensamientos típicos que repite una y otra vez (like a broken record). Ya me los se todos, y me digo que no son ciertos, pero ahí voy otra vez y me lo creo todo. No lloro, porque eso ya no es lo mío. Suspiro. Cayetana se calma como por arte de magia y se queda dormida. Que tonta soy, tanto negativismo para nada… Veo un programa con mis hermanos y ya está… todo pasó. Ahora me leo y digo enserio?! Eso te parece tan trágico? Y seguro tu piensas lo mismo. Pero hay días. Días en los que las cosas más pequeñitas se sienten pesadas y te nublan. Días en los que, sí! Tienes todo! pero no avanzas. Te haces la larga lista mental de todo lo que te falta y de los defectos sin fin que crees que tienes. De lo mal que lo estás haciendo como mamá. Un día a la vez. A veces hago planes mentales a largo plazo pero se que no siempre voy a poder avanzar al ritmo que quiero porque hay semanas que todo bien, lindo, súper! Pero de pronto… aparece una combinación de depresión + ansiedad y nada. Toca hacer una pausa. No, no soy psicóloga y aún no me animo a ir a terapia pero esto lo he aprendido por experiencia propia. Me siento bien cuando me mantengo ocupada, cuando hago lo que me gusta, cuando canto, cuando puedo ver lo bonito de la vida. Todas sabemos que hay algo que nos ayuda y que hay algunos días en los que no podemos hacer nada. Y esta bien, ese día pasará y será otro mejor. A las que no les pasa esto pero tienen amigas a las que sí o las que creen que nada que ver… que exagerada eres. Se que hay muchas así, mamás y no-mamás. A ver... yo les diré que en mis días buenos (que ahora son la mayoría) soy 100% segura de mi misma, todo me llega y me divierto un montón. Es más, aunque no sea un buen día, si yo no te lo digo, seguro que no te das cuenta de que algo me pasa. Así que (con lo que me cuesta) les comparto esto. Sepan que no están solas. Que no hay roche en tener un mal día y que vamos a estar bien. No me caracterizo por ser una persona súper paciente, pero si hay algo que realmente me saca de cuadro y me pone al límite son las temibles rabietas. Cayetana ya tiene 03 años y las rabietas son pan de cada día por aquí… Desde hace unos meses que empezó a ser una adolescente en versión miniatura y junto a mí, que acabo de salir de la adolescencia las cosas se ponen complicadas.
Una de las razones más comunes por las que hace un escándalo es porque quiere un dulce y digo que no. Básicamente cada vez que quiere hacer algo y yo no cedo se desata la tercera guerra mundial. Pero, últimamente he notado que los berrinches son peores o más probables si tiene sueño, hambre, cansancio, etc. (mi mamá dirá: te lo dije pero nunca haces caso). Que quede claro que no soy ninguna experta en el tema, por el contrario, es el área en la que más necesito trabajar! Por eso, aquí les dejo algunos tips para lidiar con las rabietas: -Identifica el motivo de la rabieta. A veces parece que no hay un motivo pero es muy probable que sea frustración, sueño, hambre, etc. Si es algo que podemos manejar intentemos solucionarlo para que se sientan mejor y dejen de llorar. -Dales un espacio para que se desahoguen. Cuando yo me siento mal necesito tomarme un momento para recuperarme y estar tranquila. Lo mismo pasa con los peques que recién están aprendiendo a manejar sus emociones. A mi me funciona que cuando Caye hace un berrinche le pido que vaya a su cuarto y la dejo unos minutos para que se desahogue. A algunas personas les parece súper insensible dejarlos llorar, pero esta técnica se llama “tiempo fuera” y mientras se haga con amor yo creo que es muy útil para que ellos entiendan que tienen un espacio para desahogarse y luego pueden volver a donde estaban cuando estén más tranquilos. -No respondas a una rabieta gritando. Me declaro culpable! Con todo el estrés encima y el llanto descontrolado sin una razón aparente, se me hace ULTRA difícil responder ante una rabieta como lo haría Mary Poppins. Casi siempre me vuelve loca, pero los niños también se contagian de nuestro humor, así que lo mejor es mantener la calma y hablar con ellos para que se tranquilicen y noten nuestro interés en ayudarlos. -Las rabietas continuarán mientras estas funcionen. Desde muy pequeños los niños saben como obtener lo que quieren y las rabietas son un medio para conseguir algo fácilmente. Muchas veces, sobretodo si estamos en un lugar público, cuando estamos en medio de una rabieta y ya no podemos más, cedemos ante el llanto y les damos lo que piden. ERROR! Esto puede aliviar la rabieta en ese momento, pero lo único que hemos conseguido realmente, es dar el mensaje que si lloran, les daremos todo lo que pidan. Cuando tu hijo se de cuenta de que sus rabietas no funcionan, empezarán a ser menos frecuentes. Bueno, seguramente ya han leído otros 150 tips para hacer que esto mejore o pare, así que no seguiré con la lista, pero si les diré que la clave aquí es la constancia. Si un día aplicamos todos estos tips y al día siguiente respondemos gritando o les damos lo que piden para que dejen de gritar, tu hijo nunca entenderá el mensaje y se sentirá confundido. Una vez que adoptes un método con el que estas de acuerdo, aplícalo y se constante! El se dará cuenta de lo que pasa y su actitud ira cambiando poco a poco. Eso sí, los berrinches no van a desaparecer por completo (sería maravilloso!) pero al menos, serán más espaciados y los tendremos bajo control. Además, la buena noticia es que esto no es para siempre. A medida que crezcan y comprendan un poco más lo que sucede a su alrededor, las rabietas pasarán a ser cosa del pasado. Fuentes: https://espanol.babycenter.com/a2600325/c%C3%B3mo-hacer-frente-a-los-berrinches-o-rabietas http://serpadres.com/ninos/5-claves-para-manejar-los-berrinches-de-ninos-de-2-a-6-anos/45581/ |
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Septiembre 2019
Categoríasacerca de míSoy una Mamá millenial de 22 años. Estudié administración en BYUI y amo cantar!
Cayetana tiene 3 años y juntas hemos aprendido mil cosas! Aquí les comparto nuestras experiencias. Perú. |